Canción de Navidad o A Christmas Carol, es la novela corta que, con el tiempo, revolucionó el significado de la Navidad al contar con múltiples adaptaciones a la pantalla chica y grande, una oportunidad para propagar la emblemática historia creada por Charles Dickens.
En esta ocasión te comparto uno de los mensajes que deja la novela.
De seguro ya conoces esta historia, pero si no...
¿De qué va la novela?
Ebenezer Scrooge es un viejo avaro, dueño de un despacho de prestamistas que compartía con su difunto socio, Marley. Es tacaño, aprovechado y grosero; apenas le paga lo justo al escribano que trabaja para él, y cuando le piden apoyo para la caridad, no puedo sino sentir repudio. También rechaza a su sobrino, el único familiar al que parece importarle.
No obstante, en la Nochebuena, recibe la visita de su socio Marley, ahora un alma en pena que fue condenado a arrastrar pesadas cadenas por su corazón agrio y egoísta; él le dice que para no terminar igual, recibirá la visita de tres espíritus: el de la navidad pasada, el de la navidad presente, y el de la navidad futura. Y así ocurre...
Es entonces que Ebenezer, con la guía de cada espíritu, es llevado a repasar su vida, para que vea cómo es que llegó a convertirse en el viejo amargado de la actualidad.
*Spoiler...
Por último, el espíritu de la navidad futura lo lleva al momento donde morirá, un hecho en el que nadie estará con él, porque nunca hizo nada por los demás. Además, será castigado como Marley, pero aún peor.
Entonces Ebenezer se arrepiente y promete ser una mejor persona. Al volver a su pueblo de la travesía con los espíritus, va a cenar donde su sobrino, y a la mañana siguiente se dispone a buscar a quienes reciben caridad para donarles, le sube el sueldo a su escribano y se asegura de que no le falte nada. Finalmente, Ebenezer se declara la persona que sabe mejor que nadie cómo celebrar la Navidad.
¿Cuál es el mensaje de la novela?
Las personas creen que la novela es una exaltación a la Navidad como festividad, aunque yo considero que el mensaje es más profundo, y el autor únicamente usó la festividad para reforzarlo, considerando que la sociedad se empeña en ser mejor durante dicha fecha.
El mensaje principal es que no debemos afanarnos y tampoco perder la noción de que no estamos solos; tenemos un propósito más grande que puede perderse si prestamos atención a lo incorrecto por mucho tiempo. Por ejemplo, Ebenezer Scrooge se enfocó tanto en acumular dinero, que perdió su esencia, dejaron de importarle las personas que estaban a su alrededor y fue incapaz de disfrutar el dinero incluso para sí mismo; vivía como un miserable. Su vida no tenía un propósito excepto acumular, y lo aplicó a las relaciones, porque tampoco se daba a los demás; actuaba como si quisiera que se alejaran. Es por ello que cuando Marley lo visita como fantasma, le expresa que lo peor de vivir encadenado, es darse cuenta de lo vacía que fue su vida, que había mucho por hacer y que ahora no puede cambiarlo.
—El bien común era lo que tenía que haberme preocupado: la caridad, la compasión, la indulgencia y la benevolencia tenían que haber corrido de mi cuenta. ¡Los tratos que tenía con mi clientela eran poco más que una gota de agua en el inmenso océano de mis obligaciones! —dijo Marley.
Estaba claro que la angustia de todos ellos se debía a que, por más que trataban de intervenir para bien en los asuntos de este mundo, habían perdido la capacidad de hacerlo para siempre. (Referente a las almas en pena)
Así que ahora que vuelvas a leer la novela o veas alguna de las adaptaciones, no pienses que solamente se trata de un recordatorio de lo que significa la Navidad, sino de comprender que podemos redirigir nuestra vida y nuestro propósito hacia algo más grande que nuestros propios deseos.
¡Feliz año nuevo!
SOBRE MÍ
Andrés Beltanien
Me encanta leer fantasía, chick lit, middle grade, suspenso y motivacionales cristianos. En mis tiempos libres escribo y hago repostería, o veo series de mi infancia. Desde hace ocho años que trabajo como distribuidor independiente de Herbalife Nutrition.
Dato curioso: No me gusta conducir.